Hoy se celebra el Día Mundial Contra el Cáncer de Mama. Un día muy especial en el que se recuerda y apoya a todas aquellas mujeres que luchan día a día contra esta enfermedad. Afortunadamente, gracias a los avances médicos, sobrevivir al cáncer de mama es cada vez más frecuente. En la actualidad la esperanza de vida es mayor para todas aquellas mujeres que han sido diagnosticadas de este tipo de cáncer.
No obstante, superar la enfermedad no significa volver a tener la misma calidad de vida. Aunque el 90% de las mujeres logran curarse, secuelas como la deformidad o la pérdida de pecho siguen condicionando mucho la vida de la paciente. Pero curiosamente solamente una de cada tres pacientes acude para realizarse una reconstrucción del pecho. El motivo principal es la falta de información adecuada en el momento adecuado. De hecho, el porcentaje supera el 60% cuando la paciente conoce la técnica. Lo ideal sería que se tratase de una decisión personal o del médico y no por falta de información.
La Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (Secpre) lucha por conseguir que la operación de reconstrucción del pecho tras el cáncer de mama sea un derecho, ya que en ningún caso debe ser un extra ni un lujo. Y es que se trata de la posibilidad de recuperar la calidad de vida, ya que la pérdida del pecho tiene unas connotaciones de autoestima y de relación sexual de mucho peso. Además de la baja laboral, la depresión y la deseestructuración familiar derivadas de la enfermedad, tiene un impacto económico muy grane. De ahí la importancia de poder acceder a estas técnicas en mujeres jóvenes en la plenitud de la vida.
En este sentido, los últimos avances en medicina permiten técnicas menos agresivas con tejido propio, así como otras de tratamiento integral que tratan la deformidad y el linfedema producido tras la extirpación del pecho.
La reconstrucción de los senos ha demostrado que mejora la imagen corporal y la autoestima de las pacientes. En algunos casos, la reconstrucción puede llevarse a cabo en la misma intervención, de manera que la paciente apenas nota las secuelas. Pero en otros casos, es necesario someterse a varias operaciones.
A pesar de ello, en la lucha contra el cáncer de mama, el tratamiento de las secuelas de los supervivientes sigue siendo una asignatura pendiente en nuestro país. Los pacientes necesitan estar informados de que pueden volver a recuperar la calidad de vida perdida siempre que se pongan en manos de especialistas bien preparados.
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