El tamaño del miembro viril siempre ha constituido una de las mayores preocupaciones para el género masculino, que piensa que realmente el tamaño si importa. En los tiempos que corren, la medicina busca soluciones para decir adiós a todos los complejos que pueden derivarse del físico y además del agrandamiento de pene, hoy en día los hombres pueden recurrir a otros tratamientos más sencillos para que el escroto parezca más grande. Estamos hablando de la intervención que consiste en inyectar botox en el escroto y que ha sido bautizada como “scrotox”.
Un procedimiento que se ha convertido en todo un fenómeno entre los hombres estadounidenses y que cada vez es más solicitada. De hecho, la cantidad de hombres que han pedido someterse a esta intervención se ha multiplicado por dos en el el último año. Y ahora también se está extendiendo entre los hombres europeos.
Con ello no solamente buscan que el escroto parezca más grande, sino también eliminar las arrugas que van apareciendo con la edad. No obstante, algunos expertos afirman que el botox no tiene el mismo efecto en el rostro que debajo de la cintura, por lo que el efecto en lo que tiene que ver con las arrugas es menor. Eso sí, se reduce la sudoración.
La intervención ronda los 3.200 euros y dura 45 minutos aproximadamente. Eso sí, tras realizar el procedimiento, no es posible tener relaciones sexuales hasta que hayan pasado 6 semanas para que el pene se recupere.
Sin embargo, antes de someterse a este tipo de intervenciones, es importante pensarlo fríamente, ya que muchos hombres no quedan satisfechos con los resultados. Lo cual tiene más que ver con un problema psicológico que con un problema real de que el tamaño del pene no sea adecuado. De hecho, la mayor parte de los hombres que consideran que tienen un pene pequeño, en realidad no lo tienen y se encuentran dentro de lo normal.
Pero no sólo quieren aumentar el tamaño, sino que además cada vez más hombres optan por la “escrotoplastia”, con el objetivo de reducir, reparar y reconstruir la piel del escroto Una especie de lifting que busca dejar las partes íntimas lo más bonitas posible. Una intervención que es cada vez más solicitada por hombres mayores de 50 años. Con la ventaja de que la operación dura muy poco tiempo y no es necesario quedarse en el hospital. Tras un par de días de reposo es posible hacer vida normal.
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