Muchs veces, cuando queremos hacernos algún retoque estético, no sabemos muy bien si debemos pasar por el quirófano o si sería suficiente con un tratamiento médico-estético. Lo cierto es que depende de nuestras características físicas y de los resultados que queramos conseguir. Un elección en la que solamente puede asesorarnos nuestro cirujano plástico. Por ejemplo, si queremos hacernos un aumento de pecho, podemos implantarnos prótesis, pero también podemos optar por las infiltraciones de grasa si queremos aumentar la talla ligeramente. Una técnica que también sirve para casos en los que existe una leve asimetría en el busto o si queremos dar volumen a la parte superior de los pechos. Una intervención mucho más sencilla y que no requiere de hospitalización.
En el caso de que la operación sea facial, podemos elegir entre un lifting o por ácido hialurónico o toxina botulínica. Lo cual dependerá de si solamente tenemos arrugas o también flacidez. Aunque tengamos muchas arrugas, con los rellenos de ácido hialurónico o las aplicaciones de toxina botulínica puede bastar siempre que nos realicemos los retoques necesarios. Pero si la flacidez es demasiado visible, es posible que debamos optar por un lifting. Aunque esto no significa que por someternos a una operación vayamos a lograr resultados mucho más significativos. Siempre hay que buscar resultados naturales, por lo que es posible que solamente nos quitemos algunos años.
En lo que respecta a la silueta corporal, la liposucción es una de las intervenciones más solicitadas para reducir la grasa localizada del abdomen y las piernas, normalmente mediante cánulas que extraen la grasa sobrante. Si no tenemos mucha grasa, pero no conseguimos eliminarla con dietas y ejercicio. En este sentido, podemos optar por técnicas como los masajes anticelulíticos o la LPG. Trtamientos que pueden ayudarnos a perder eficazmente ese volumen extra mediante rodillos especiales que activan la liberación de grasas. No obstante, la cosa cambia si también existe un descolgamiento. En estos caso la solución es la abdominoplastia.
Además, hay ciertos retoques en los que no existe una alternativa y la única solución es pasar por el quirófano, como la rinoplastia, la otoplastia, la reducción, elevación o correción de mamas, etc. En estos casos es muy importante tomarse el tiempo que sea necesario para elegir al cirujano que va a llevar a cabo la operación si queremos conseguir los resultados deseados y minimizar los riesgos.
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