En verano, es frecuente que las clínicas de cirugía plástica lancen promociones y descuentos aprovechando que muchas personas se plantean pasar por el quirófano para mejorar su aspecto. Algunas de las más habituales son los bonos y las ofertas 2×1, que cuando se comparan con el precio medio que suelen tener normalmente, resultan sospechosamente baratas. Y aunque podamos pensar que es una suerte poder optar por este tipo de intervenciones a un precio tan bajo, lo cierto es que hay que ser muy cautos con ellos. Pensemos que nuestra salud está en juego y que los resultados podrían no ser los esperados.
Toda operación cuyo coste sea inferior a la suma de los profesionales necesarios para garantizar la seguridad del paciente y la excelencia de los resultados debe ser considerada con cuidado. Y es que cuando estamos hablando de servicios de salud, la seguridad del paciente debe ser lo primero, junto con la excelencia en la calidad de los resultados.
Por eso, antes de someterse a una operación de cirugía plástica eligiendo una de estas ofertas, debemos tener en cuenta que el coste total debe incluir los honorarios de los profesionales médicos, que siempre deben contar con la titulación de especialista en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora. La única que actualmente se encuentra homologada es España para poder ejercer. Pero además, en el precio debe incluirse el coste del personal de enfermería que interviene en el proceso: alquiler del quirófano, sala de postoperatorio y hospitalización si fuera necesario. Y también deben incluirse los costes de los materiales protésicos, en el caso de que se trate de una intervención que lo requiera, como el aumento de pecho.
Es cierto que estos costes pueden variar en función de la ciudad en la que se realice la operación e incluso dentro de una misma ciudad, pero existen unos mínimos. Con lo cual, un precio demasiado bajo solamente puede tener que ver con el hecho de que se hayan reducido garantías de seguridad y calidad. En estos casos, la capacidad de reacción de los cirujanos se limita considerablemente si se presentan complicaciones durante la operación y no cuentan con los recursos necesarios para solucionarlas.
Por esta razón, debemos siempre tener una actitud crítica ante estas ofertas y promociones que se lanzan para la realización de operaciones de cirugía plástica. Lo que implica informarse bien de todos los detalles de la intervención, leer detenidamente la letra pequeña y asegurarse de que el profesional que la llevará a cabo cuenta con la titulación necesaria.
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