Las tendencias actuales de medicina y cirugía estética van encaminadas hacia dos objetivos: la remodelación corporal y el rejuvenecimiento facial. Y para poder conseguir estos objetivos, cada vez se demandan técnicas menos agresivas, con un periodo de postoperatorio más corto y que deje las mínimas secuelas. Es precisamente para poder cubrir estas demandas por lo que los profesionales se encuentran siempre en constante desarrollo de tratamientos que cumplan con estas características.
Uno de los desafíos más importantes a los que se enfrentan los profesionales del sector de la cirugía estética es a los tratamientos para prevenir y tratar el envejecimiento de la piel. Y, para ello, es necesario conocer en profundidad las características de la misma, de manera que puedan desarrollarse tratamientos más eficaces.
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Estudio de la piel
Antes de realizar cualquier intervención, es necesario llevar a cabo un análisis de la piel para poder determinar cuál es el tratamiento más adecuado. Actualmente existen equipos de dermoanálisis que permiten conocer el estado de los poros, de las alteraciones cardiovasculares, del acné, el grado de hidratación, etc.
Rejuvenecimiento facial
Para las intervanciones de rejuvenecimiento facial existen técnicas muy novedosas mínimamente invasivas como el láser lifting, que se aplica bajo la piel para licuar los excesos de grasa y favorecer la producción de colágeno, tensando la piel de la cara y el cuello. Pero también existen otros como la radiofrecuencia profunda para estirar la piel, el PRX-T33 que hidrata y alisa los tejidos o la lipotransferencia, que consiste en las inyecciones de grasa extraidas del propio cuerpo del paciente. Esta última es la técnica más segura y fiable para suavizar los surcos y arrugas, dar más proyección a los pómulos o dar tersura y luminosidad a la piel.
Remodelación corporal
La remodelación corporal también plantea como desafío la utilización de técnicas MINI eficaces, como por ejemplo el aumento de pecho o la lipotransferencia. Pero también plantea ciertos retos en la remodelación de aquellas zonas en las que la piel es muy fina y con tendencia a la flacidez. En este sentido, la liposucción asistida por láser permite licuar la grasa y retraer la piel para evitar la flacidez. Sin embargo, todavía no existen técnocas no invasivas realmente eficaces que ayuden por ejemplo a eliminar significativamente la celulitis y la flacidez.
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