Las exigencias de belleza de la sociedad en la que vivimos hacen que cada vez más personas decidan pasar por el quirófano para acabar con esos complejos que llevan años arrastrando. Sin embargo, según un reciente estudio publicado por el Journal of the American Medical Association, la utilidad real de este tipo de intervenciones no es tanta como muchos creen. Según los resultados, las personas retocadas con cirugía estética no son más atractivas., Esto significa que no podemos alterar nuestra belleza, pero lo cierto es que si podemos quitarnos años de encima. Los retoques quirúrgicos pueden hacernos aparentar hasta 5,1 años menos de los que tenemos en realidad.
Estos resultados se han extraído de un experimento en el que se pidió a 50 personas que adivinasen la edad y calificasen la belleza de 49 personas operadas de edades entre 42 73 años en imágenes de antes y después de la intervención. Aunque lo cierto es que se trata de valoraciones muy subjetivas y todavía es pronto para descartar por completo la utilidad de la cirugía estética.
¿Puede la cirugía estética hacernos sentir mejor?
Se trata de una polémica que lleva abierta desde hace años y que no tiene visos de enfriarse. Un nuevo estudio defiende que la cirugía estética puede suponer una gran diferencia. Y no solamente en la apariencia externa, sino también en cómo se siente la persona por dentro.
Ciertamente es desde hace unos años cuando la cirugía estética ha alcanzado su auge, pero el ser humano lleva intentando modificar su aspecto desde tiempos remotos. Y es que la mayor parte de la gente suele asociar la belleza con bondad. Lo cual está relacionado con que genética y evolutivamente estemos diseñados para preferir a las personas guapas. por este motivo, muchas personas creen que el hecho de ser guapo hace que sea más fácil triunfar en la vida.
En este sentido, muchas personas deciden pasar por el quirófano para recuperar confianza en sí mismos y aumentar su nivel de autoestima. No obstante, hay que tener en cuenta que, aunque el 90% de las personas que se operan quedan contentas con los resultados, hay veces en las que pasar por el quirófano es lo peor que puede hacerse. Y es que la cirugía no resuelve nuestros problemas de estrés, tristeza o frustración. Tampoco podemos intentar imitar los rasgos de alguna persona famosa o intentar complacer a nuestra pareja con ello, ya que los resultados podrían no ajustarse a nuestras expectativas. De lo contrario, es muy probable que terminemos arrepintiéndonos de que hemos perdido el rostro que nos daba nuestra personalidad y hemos adoptado otro con el que no nos sentimos identificados. Hay que recordar que los resultados son irreversibles.
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