En los últimos años hemos visto como muchos niños han empezado a decantarse más por los videojuegos que por el deporte o por otras actividades de entretenimiento más tradicionales. El problema es que este tipo de juegos son adictivos y pueden causar una gran dependencia ya desde la infancia, haciendo que pierdan el tiempo, que tengan dificultades para concentrarse en las obligaciones escolares, que se comporten de manera aislada con otros niños o que tengan dificultades para atender en clase.
Pero la cosa va más allá. Y es que hay juegos con ciertas temáticas que pueden resultar muy perjudiciales para la educación de los niños, ya que es en la infancia cuando se asientan los pilares de cómo serán en su vida adulta.
Uno de los juegos que más polémica ha desatado en los últimos tiempos es Beauty Clinic Plastic Surgery, que invita a realizar operaciones de cirugía estética y que está pensado para niños menores de 8 años. En este juego los niños pueden poner inyecciones de bótox, rellenos de labios y todo tipo de procedimientos. Todo ello bajo una interfaz muy atractiva para los niños, con un estilo de dibujos animados.
Lo más alarmante ya no es que los niños se vuelvan adictos a este juego y que pierdan su tiempo, que también, sino que la temática puede llegar a confundir a los niños y tener un impacto muy negativo sobre su autoestima. Y es que, tras los procedimientos de quita y pon de cada uno de los elementos, se están marcando determinados cánones de belleza, lo que obviamente puede afectar terriblemente la personalidad de los más pequeños y marcarlos para siempre.
Por esta razón, compañías como Google, Apple y Amazon ya han recibido ocho denuncias en las que los padres piden que se regulen este tipo de videojuegos bajo el lema “La cirugía no es un juego”. Denuncias que están siendo lideradas por la fundación “Cuerpos en peligro”. Actualmente la petición cuenta ya con más de 120.000 firmas a través de la plataforma Charge.org.
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