Con el paso de los años nuestro rostro va empezando a mostrar los signos de la edad, lo cual implica no solamente la pérdida de firmeza de la piel, sino también una serie de cambios en la estructura de todas las capas del rostro. Y es aquí donde entre en escena el lifting volumétrico. Un conjunto de procedimientos de rejuvenecimiento no invasivos que no requieren de cirugía que buscan embellecer el rostro en todas sus capas y dimensiones, mejorando la textura, los volúmenes, proporciones y ángulos con incisiones mínimas.
En los últimos años, las tendencias en estética se han dirigido hacia procedimientos cada vez menos invasivos, pasando de técnicas de estiramiento a otras relacionadas con la pérdida de volumen. Con lo cual, ahora es más frecuente que los expertos opten por la restauración del volumen de la cara en lugar de por un lifting facial. En la mayor parte de los casos, la satisfacción del cliente es muy alta y no es necesario realizar una operación no obstante, en el caso de necesitar un lifting quirúrgico, el resultado siempre es mejor cuando se opta por injertos de grasa y además las cicatrices permanecen mucho menos tiempo.
¿En qué consiste el lifting volumétrico?
El lifting volumétrico no requiere de pasar por el quirófano ni de anestesia general, sino de anestesia local y sedación. Pero lo más novedoso es que la elevación de los tejidos profundos se lleva a cabo mediante el uso de hilos faciales a través de incisiones intrabucal y temporal. Lo que permite recolocar los tejidos que se han desplazado, recuperar el volumen del tercio medio del rostro y corregir el surco nasogeniano profundo sin realizar ningún corte profundo en la cara. Después, la intervención se complementa con hilos en planos más superficiales o elevación y tracción vertical de colgajos por incisión prepilosa. Para terminar, el plano epidérmico se trata a través de microdermoabrasión con puntas de diamante.
¿Quién es el candidato ideal para un lifting volumétrico?
El lifting volumétrico está indicado para pacientes con signos de envejecimiento y ptosis facial leve o moderado que buscan una cirugía facial con buenos resultados, mínimas incisiones y una rápida recuperación. Sin embargo, no es adecuado para personas con ptosis severa. En estos casos es mejor decantarse por el lifting clásico.
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