Muchas personas se sienten acomplejadas por lo que comúnmente conocemos como papada. Este problema está relacionado con la acumulación de grasa debajo de la mandíbula y las causas más frecuentes de ellos son la pérdida de firmeza del músculo platisma, el exceso de grasa o tener un mentón pequeño incapaz de sostener el músculo. Así pues, cualquier persona que presente estas características puede ser candidato puede ser candidato a una liposucción de papada.
¿Cómo se realiza una cirugía de papada?
El método más efectivo para eliminar la papada es la cirugía. Se realiza una incisión justo debajo de la barbilla para que la cicatriz sea más fácil de ocultar. En caso de que el problema sea un exceso de grasa, ésta se elimina directamente o mediante la liposucción. La liposucción suele ser la solución para aquellos pacientes jóvenes que tienen la piel más elástica y tensa. Se trata de una intervención sencilla que solamente requiere de anestesia local y que permite al paciente hacer vida normal en menos de 4 días.
No obstante, si el paciente no es joven y su músculo platisma ha perdido firmeza se suele tensar con puntos de sutura, y si el problema se debe al pequeño tamaño de la barbilla, se recurre al implante de mentón. En ambos casos, después de la operación de coloca una faja de compresión que debe ser usada durante varias semanas.
Recuperación de la cirugía de papada
La mayor parte de los pacientes que se someten a una cirugía de papada describen que el periodo de recuperación es muy sencillo. A los tres días de la intervención la zona se inflama, pero la zona va recuperando su aspecto normal en una o dos semanas. Pueden aparecer moratones en la zona, pero hay casos en los que no hay ninguna señal visible de este tipo.
En cualquier caso, pueden cubrirse con maquillaje, aunque lo ideal es que si trabajas de cara al público, te tomes unos días de vacaciones. Las personas que trabajan desde casa suelen sentirse bien y son capaces de volver a su rutina después de dos días tras la cirugía. Con lo cual, la mayoría de las personas pueden hacer vida normal, salvo agacharse o levantar objetos pesados durante dos semanas. Transcurrido este tiempo el paciente se encuentra perfectamente, aunque debes saber que el cuello todavía necesitará de un tiempo de curación que puede extenderse incluso hasta los tres meses.
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