Si haces una sencilla búsqueda en la red sobre “cirugía estética barata” o “low cost”, no tardarán mucho en aparecer los nombres de países de América del Sur, Turquía, Túnez y Líbano, donde se ofrecen numerosas ofertas ocio-sanitarias a precios de chollo. Especialmente durante los meses de verano, cuando muchas personas tienen vacaciones. Y junto con las operaciones, se ofrecen estancias en hoteles de lujo y servicios extra como excursiones o sesiones de spa. Por supuesto, con el vuelo ya incluído.
La cuestión es que se trata de precios que muchas veces resultan difíciles de justificar y que muchas veces conllevan una rebaja de la calidad de los medios y materiales y de la profesionalidad de quienes realizan la operación. Lo que, sin duda, terminan repercutiendo negativamente en la seguridad del paciente. Debemos recordar que toda operación tiene sus riesgos, pero si además no se ponen las medidas necesarias para minimizarlos, lo que estaremos poniendo en riesgo es nuestra vida.
Muchas veces, las operaciones de cirugía estética que se realizan enestos países suelen ser llevadas a cabo por personal poco formado, con poca experiencia o que acaba de salir de la carrera. Por eso, es importante que antes de lanzarse a la aventura, verifiquemos si los profesionales que van a atendernos figuran en el Colegio de Médicos del país y que el centro también está acreditado y que cuenta con los medios necesiarios para que podamos ser atendidos debidamente en caso de complicaciones.
Por otro lado, debe tenerse en cuenta que los tiempos de recuperación tras la operación en estos centros suelen ser más reducidos. No en todos los casos es posible quitar los puntos antes de los siete días como suele hacerse y, además, es fundamental realizar un seguimiento del paciente para comprobar cómo va evolucionando. Con lo cual, como mínimo serían necesarios diez días para una buena recuperación. Es precisamente por ello por lo que en algunos casos encontramos con casos en los que se requiere una segunda intervención ya en España. Sobre todo en el caso de las prótesis mamarias, ya que en algunos países incluso llegan a ponerlas de segunda mano, lo cual resulta impensable en España.
Lo que resulta contradictorio es que a nuestro país llegan turistas de toda Europa pagando más que en estos países “low cost”. Lo hacen porque saben que se están poniendo en manos de buenos profesionales de centros de prestigicio.
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