La búsqueda de la eterna juventud, la obsesión por la apariencia física y por sentirse guapo puede llegar a ser un grave problema para para las personas que lo sufren, dando lugar a trastornos de dismorfobia. Personas que en muchos casos termina haciéndose adictas a la cirugía estética, llegando a buscar tratamientos extremos para lograr tener unos pechos, una nariz o unos labios que consideran perfectos. El problema es que los resultados nunca serán suficientes para satisfacerla y siempre encontrará un nuevo “defecto” que desea mejorar para someterse a una nueva operación. muchas veces includo imaginarios.
Pero además, dentro de este grupo de personas adictas a la cirugía estética, encontramos aquellas que se encuentran inmersas en una constante búsqueda por la perfección y que ven en cualquier pequeña imperfección un gran defecto, dándole más importancia de la que tiene o teniendo una percepción exagerada de ello. Personas que padecen un trastorno de dismorfobia y que no se dejan aconsejar por los expertos, buscando siempre resultados que son complicados o imposibles de conseguir.
Aquellas personas que sufren dismorfobia suelen ser personas a las que les afectan mucho las opiniones y críticas de los demás sobre su aspecto físico. Lo que hace que, en muchos caso, incluso puedan llegar a verse como personas “deformes” porque la percepción sobre su cara y su cuerpo están muy distorsionadas. Esto da lugar a continuos episodios de ansiedad y rara vez intentan razonar y darse cuenta de que su apariencia es normal. Con lo cual, se sumergen en una gran burbuja de inseguridad e infelicidad de la que no logran salir.
Por esta razón, antes de someterse a cualquier intervención de este tipo, es habitual que los especialistas realicen un diagnóstico para comprobar que el estado emocional de la persona es estable y que los resultados que se obtendrán se ajustan a las expectativas del cliente.
Es cierto que cambiar físicamente puede ayudarnos a sentirnos mejor y a tener más confianza en nosotros mismos, pero nunca debe pensarse que la operación será milagrosa y que seremos felices para siempre, ya que muchas veces estos complejos estñan relaionados con factores psicológicos.
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