¿Sabías que un 85% de la población tiene celulitis? La celulitis es una inflamación del tejido celular que se encuentra debajo de nuestra piel y que da lugar a la aparición a la temida piel de naranja, sobre todo en los glúteos, en las piernas, en los muslos y en el abdomen. La cuestión es que no solamente la sufren aquellas personas que presentan sobrepeso, sino que también puede aparecer en personas delgadas.

Para tratar la celulitis, hay varias soluciones, como llevar una dieta sana que nos ayude a eliminar líquidos, hacer deporte y las cremas anticelulíticas. Pero también podemos recurrir a tratamientos de medicina estética para obtener mejores resultados y librarnos de ella más rápido. En este sentido, la mesoterapia es la técnica más eficaz para tratar la grasa localizada, reducir algunos centímetros y mejorar la apariencia de la piel, haciendo desaparecer progresivamente la antiestética piel de naranja.

¿Qué es la mesoterapia?

La mesoterapia es un tratamiento que consiste en inyectar pequeñas dosis de medicina homeopática en la piel mediante agujas muy finas, con el fin de reducir las acumulaciones de grasa localizada y mejorar la circulación sanguínea de la zona. Un tratamiento no invasivo que favorece la producción de colágeno y el drenaje venoso y linfático, disminuyendo la cantidad de grasa y ayudando a la pérdida de peso. Muy eficaz sobre todo para aquellos casos en los que la celulitis esté causada por la retención de líquidos.

En función de cada caso, se necesitará un número mayor o menor de sesiones, aunque lo normal es que se realicen entre 7 y 12, siendo aplicadas una por semana. La duración de las sesiones es de una media hora y los resultados pueden verse desde la 4 o 5 sesión.

La mesoterapia no tiene efectos secundarios, pero es cierto que en algunos casos pueden salir pequeños hematomas. Además, al igual que ocurre con la depilación láser, es recomendable evitar tomar el sol en las horas posteriores al tratamiento, especialmente si ha salido un hematoma. Obviamente, aquellas perasonas que tengan problemas de coagulación sanguínea deben evitar el tratamiento, así como las mujeres embarazadas o que estén dando el pecho.