Los primeros implantes que se comenzaron a colocar en los años sesenta eran completamente lisos y redondos, pero de un tiempo para acá el mundo de la mamoplastia ha sufrido una notable evolución a la par que han variado los gustos estéticos. En este sentido, son cada vez más las pacientes que prefieren las prótesis anatómicas, ya que proporcionan una mayor naturalidad y armonía a los pechos con proporciones que encajan a la perfección en la silueta femenina.
Las prótesis anatómicas
¿Ventajas?
Estos implantes en su origen se usaban para reconstruir los pechos de aquellas mujeres que habían sufrido una mastectomía tras el cáncer. Sin embargo, los cirujanos comenzaron a obtener excelentes resultados con estas prótesis en forma de gota o lágrima que simulaban un pecho femenino a la perfección, primero en intervenciones para corregir asimetrías y posteriormente para casos de operaciones de aumento de senos.
A diferencia de los implantes redondos, éstos poseen distinta altura y anchura en cada modelo, para así adaptarse mejor a las características de cada paciente. Los fabricantes han desarrollado en los últimos años gran cantidad de prótesis distintas para cada fisiología femenina, más cortas o largas, altas o anchas, que te van a permitir infinidad de posibilidades estéticas de una forma natural y totalmente discreta.
Son muy recomendadas en pacientes que presentan mamas tuberosas y que por tanto necesitan una prótesis firme que marque la silueta del pecho. Y de paso, que también aumente su volumen sobre todo en la parte inferior de la areola, ya que la superior suele estar suficientemente rellena.
¿Inconvenientes?
En algunas ocasiones, realmente excepcionales, se puede producir una rotación de los implantes anatómicos que deformará el pecho y hará necesaria una intervención para recolocarlo.
Las prótesis redondas
¿Ventajas?
A diferencia de las anteriores, que concentraban su contenido en la parte inferior, las prótesis redondas tienen distribuidos uniformemente sus centímetros cúbicos a lo largo de la bolsa. Esto hace que formen un círculo casi perfecto en su base, a una anchura y altura prácticamente idénticas y provocan por tanto una mayor visibilidad del busto.
Este tipo de implantes son evidentes y muy llamativos, por lo que normalmente solo se aconsejan a pacientes que tienen un pecho bonito y no demasiado pequeño, ya que en estos casos el resultado suele ser muy natural. Si se trata de mujeres con un busto escaso, lo mejor es situar las bolsas debajo del pectoral, para obtener así formas más armoniosas.
Las prótesis redondas también están especialmente recomendadas para situaciones en la que los pechos conservan su volumen pero se encuentras caídos, algo que es muy frecuente tras la lactancia, en pechos normales con cierta hipoplasia o bien cuando la areola no se encuentra situada hacia abajo.
Tienen sus ventajas, por ejemplo la simetría hace que no se note si los implantes se deforman, algo que no se puede camuflar de ninguna forma con las prótesis anatómicas y en general están indicadas para pacientes que desean un escote claramente definido.
¿Inconvenientes?
Sin embargo, consiguen un mayor volumen en la parte superior del pecho, que por norma general es la zona que más suele hundirse con el paso del tiempo, provocando un efecto poco estético. Debido a esto, no son muy solicitadas en los últimos años por las mujeres que quieren someterse a una operación de aumento de senos.
¿Cuáles son las mejores?
Quizás el debate principal de la mamoplastia se centre en esta elección. Es importante que sepas que según el modelo de prótesis que elijas el resultado final va a ser distinto y que dependiendo de tu cuerpo va a ser más conveniente que uses uno u otro. En cualquier caso, sería buena idea que te dejarás aconsejar por el especialista, que según tu fisiología encontrará la mejor solución para aumentar tu pecho.
Dicho esto y como habrás podido comprobar, la tendencia en los últimos tiempos está más centrada en conseguir unos senos con un aspecto totalmente realista, por lo que los implantes anatómicos, también conocidos como de lágrima o forma de gota, están mucho más solicitados en detrimento de las prótesis redondas.
